CUATRO MODELOS DE ACTUACIÓN


 Cuando hablamos de familia, hablamos de una realidad social, y lo mismo que la sociedad es diferente y cambiante, las familias también nos ofrecen esa variedad, y podemos encontrarnos con muchos prototipos de las mismas (familias reconstruidas, separadas, de homosexuales, de lesbianas...). Así abre Javier Elzo, en su artículo Los padres ante los valores a transmitir en la familia, el apartado dos del mismo, en el que nos viene a hablar de cuatro modelos de actuación de las familias en la educación de sus hijos. Así pues, a continuación, me dispongo a desgranar cuáles son los cuatro modelos de actuación que nos propone el autor, e intentaré aportar documentos relacionados con el tema en cuestión.

  1. El sobreprotecionismo
Javier Elzo habla del proteccionismo como un riesgo. Son esos padres que tienen a sus hijos en un altar intocable, mimándolos en exceso y dificultando su autosuficiencia. Estas familias normalmente están bien estructuradas. Su preocupación mayor es el éxito de los miembros que la componen. Pero detrás de esta felicidad, hay un riesgo escondido difícil de apreciar, es decir, la sobreprotección conduce a la fragilidad del hijo o la hija a la hora de salir a la intemperie, a la hora de defenderse por sí solos en la sociedad.
Un documento relacionado con este punto, es el capítulo segundo de la cuarta temporada de Blackmirror, aclamada serie británica producida por Neftlix, que se titula Arkángel. En dicho capítulo, a una madre se le pierde su hija durante poco tiempo en un parque. La madre, ante el pánico de ver a su hija indefensa, le implanta un chip en el cerebro por el cual, mediante una tablet, puede acceder a la visión de su hija, sus pulsaciones, sentimientos, etc. Os dejo el tráiler del episodio.


  1. Cualquier tiempo pasado fue mejor
Según Javier Elzo, es la familia en la que los padres y los hijos están en continua trifulca. No es el caso más dado, pero sí roza el 15%. Son las familias en las que más se da el consumo de alcohol y drogas, fracaso escolar y desinterés por el futuro profesional. Mucho de lo que ocurre en estos casos, es que los padres reproducen en sus hijos la relación conflictiva que ellos mismos mantuvieron con sus progenitores. Son padres que piensan que se ha perdido la disciplina, el esfuerzo y la constancia, en definitiva, padres con grandes dificultades para aceptar el cambio social.
Interesante es esta charla de Rafael Santandreu.


  1. La coexistencia pacífica, mirando a otro lado
Es el caso más numeroso, más del 40%. El autor Javier Elzo denomina a estas familias como «familia nominal». La ocupan miembros que se comunican poco, y no participan en las preocupaciones y necesidades de los demás. Los padres de estas familias valoran su tiempo libre y de ocio, las vacaciones, tener dinero... Es decir, una familia en la que lo primordial es que no haya conflictos en su seno.
Otra característica es que cada miembro de la pareja exige mayor compromiso del otro, y eso no ayuda especialmente. Además, en este tipo de familia, tanto los padres como los hijos sitúan el lugar de sinceridad y de las cosas importantes de la vida, en las conversaciones con sus amigos.

  1. La convivencia familiar y la autonomía de los hijos
Los progenitores de esta familia tienen como objetivo primordial la preparación de sus hijos para el mundo de hoy. Atienden estos progenitores a las necesidades del mundo actual, padres que trabajan y pasan mucho tiempo fuera de casa. Buscan la comodidad, y respetan en exceso la autonomía que quieren llevar a cabo los hijos. 





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